El castillo del Turón, se emplaza en el termino municipal de Ardales, está separado por apenas 4 Km. de aquella localidad y a unos 57 Km. de Málaga capital. La fortaleza ocupa un cerro de 585 metros de altura en la margen izquierda del río Turón. Se trata de una de las fortalezas más desconocidas de la provincia de Málaga, a pesar de su espectacularidad. Esta corta ruta, nos acercará a visitarlo.
Comunidad Autónoma: Andalucía.
Provincia: Málaga.
Comarca: Guadalteba.
Municipio: Ardales.
Localidad de Referencia: Ardales.
Tipo de Ruta: Lineal.
Distancia: 4 Kilómetros.
Época recomendada: Finales de invierno (febrero) –
primavera.
Dificultad: Baja (ver MIDE).
Notas: La ruta discurre por pistas abiertas al tráfico
rodado. Por lo tanto debemos tomar las debidas precauciones. Aunque la
titularidad del castillo del Turón es publica, casi con toda seguridad los
terrenos que lo circundan, dedicados al cultivo del almendro/olivo, son de
titularidad privada. Por lo tanto no nos saldremos de la senda de acceso (mal
marcada por cierto), y seremos respetuosos con los cultivos circundantes. Los
edificios en ruina, son lugares potencialmente peligrosos, por lo tanto
transitaremos con precaución por el interior del castillo, así como no realizaremos
ninguna acción que pueda agravar dicho proceso de deterioro. Este breve
recorrido, discurre en parte por el trazado de los PR-A 90, PR-A 91, y el GR
249 “Gran Senda de Málaga”, en su etapa 22 “Ardales-El Burgo”, por lo tanto
encontraremos a nuestro paso balizas de dichos senderos.
Por
estas fechas (finales de enero, principios de febrero), cada día que voy o
vengo de mi trabajo en Antequera, veo al atravesar los montes de Málaga, como
la multitud de almendros existentes en la zona, tiñen el paisaje de un bello
color blanco-rosado.
Debido
a ello, llevaba varios días rondándome por la cabeza, el hacer una pequeña ruta
por los montes, para fotografiar la floración de estos árboles. Buscando
información en Internet sobre el tema, a fin de seleccionar una ruta no muy
larga, y productiva a nivel fotográfico, encontré por casualidad algo cuya
existencia desconocía, a pesar de haber visitado en múltiples ocasiones el
entorno en el que se encuentra. Nada más y nada menos, que las ruinas de una
enorme fortaleza medieval.
No, no
os sobresaltéis, no se localiza en los montes de Málaga, sino en las
proximidades del pueblo de Ardales, y su nombre es el Castillo del Turón.
Algunos os preguntareis, ¿Cómo la floración de los almendros conduce a descubrir
la existencia de un castillo?, pues muy sencillo, el post que encontré hacia
referencia a la existencia de almendros en el camino hacia el castillo del
Turón y en sus inmediaciones y que en estas fechas estaban en flor. Ahora el círculo
se cierra.
Bueno,
pues tenía que ir a verlo, así que olvidándome de los almendros de los montes
de Málaga, al día siguiente, ni corto ni perezoso, me puse en marcha en
dirección a Ardales a eso de las 9:30h de la mañana. Además si las
informaciones eran correctas, encontraría
almendros en flor en la zona.
Unos
cuarenta y cinco minutos después, mi coche circulaba ya por las calles de la
villa de Ardales, en busca del puente de la Molina, punto de inicio de esta
pequeña ruta.
Decir,
que la ruta es perfectamente realizable también con una bicicleta de montaña,
ya que discurre por una pista en bastante buen estado, a excepción de la subida
final al castillo, que o bien deberemos dejarla atada a un árbol, o llevarla
empujando hasta arriba. Asimismo, si lo único que queremos es visitar el
castillo, podemos llegar hasta sus inmediaciones con un vehículo sin mayores
problemas.
Una vez
atravesado el puente de la Molina, inmediatamente a nuestra izquierda, veremos
un carril terrizo el cual discurre paralelo a la margen izquierda del río
Turón. En un ensanche existente al comienzo de dicho carril, aparcaremos el
vehículo.
Justo
en este punto, encontraremos un par de carteles informativos, el primero, más
pequeño, sobre el río Turón, y un segundo de mayor tamaño, el cual nos habla
acerca del puente de la Molina.
El río
Turón, es un afluente del río Guadalhorce, el cual se nutre de las aguas
procedentes de la vertiente norte la sierra de las Nieves. Tiene su cabecera
principal en el arroyo de la Higuera, al cual se le une posteriormente el
arroyo del Sabinal, para constituir el río de El Burgo. A su paso por la
población de El Burgo, a este, se le incorporan las aguas del arroyo de la
Fuensanta, recibiendo desde ese punto el nombre de río Turón. Posteriormente el
Turón pasa por la localidad de Ardales, para poco después, desembocar en el
embalse del Conde de Guadalhorce.
El Turón, presenta en este momento un buen caudal, gracias a las abundantes nevadas caídas este año. |
Sobre
el cauce del río Turón, que debido a la fusión de las abundantes nevadas caídas
este año entre enero y febrero, baja con abundante agua, encontramos el puente
de la Molina, punto de inicio de la ruta. Este puente, se sitúa en el
extremo noroeste de Ardales, formando parte en época romana, de la vía que unía
la ciudad de Illuro (Álora) con Arunda (Ronda). Data probablemente de
principios del siglo II, y constituye uno de los pocos restos de la ingeniería
civil romana que se conservan actualmente en nuestra provincia. Al parecer, originalmente
poseyó una arcada de cinco ojos, aunque en la actualidad únicamente conserva
tres, siendo de origen romano sólo el más cercano al pueblo, del siglo XVIII el
central y más reciente el tercero, ambos reconstruidos con reaprovechamiento
del material romano. El puente continúa en uso actualmente (no todos los días
se pasa con el coche por un puente de origen romano).
Bueno, ¡comencemos a caminar! Desde el puente de la Molina,
situados en el como si lo estuviéramos cruzando, desechamos la pista que surge
a nuestro frente y que seria la continuación del camino que traemos. Tomaremos
la pista que surge a la izquierda y que discurre en paralelo al río. Ya
situados en esta, inmediatamente a nuestra izquierda, encontramos los dos
carteles ya citados antes, sobre el río Turón y sobre el puente de la Molina.
En algo más de cincuenta metros, llegamos a una primera bifurcación,
en la cual encontraremos un poste de flechas indicadoras de los senderos de
pequeño recorrido, PR-A 90 “Cerro del Calvario-Capellán-Turón”, y del PR-A 91
“Los Jiménez-Fuente Garzón”. Desechamos la pista que parte a nuestra derecha, y
seguimos al frente, siguiendo las indicaciones de la flecha del PR-A 91, “Los
Jiménez 3,30 Km.”.
Desde este punto, a nuestra izquierda, encaramado en una colina,
podemos ver ya alguna de las torres del castillo del Turón. Se aprecia
claramente como era posible la comunicación visual entre este castillo, y el
existente en la peña de Ardales. La verdad no me explico como con las veces que
he estado en Ardales, nuca reparé en el.
Por nuestra derecha, caminamos junto a fincas dedicadas al
cultivo del olivar. De tanto en tanto, encontramos algún ejemplar aislado de
almendro, que efectivamente se encuentran en flor. A nuestra izquierda llevamos
el cauce del Turón.
Cuando llevamos caminados algo más de cuatrocientos metros
desde el cruce, el carril, se convierte en asfaltado. Pocos metros más adelante,
a nuestra derecha, veremos una curiosa roca, en la cual la erosión ha producido
unos taffonis.
El carril describe una pronunciada curva, y comienza a
alejarse progresivamente del cauce del río. Poco después, por nuestra derecha
comenzamos a ver terrenos dedicados a pastos y a cultivo de cereal, salpicados
por algún almendro aislado. Más al fondo, vemos las ruinas del cortijo de
Cherino, y detrás de este, la moderna instalación de un huerto solar, en el
próximo terreno del cortijo de la Aguada. Lo tradicional y lo moderno, se dan
la mano en este lugar.
Ruinas del cortijo de Cherino (derecha), y huerto solar en los terrenos del cortijo de la Aguada (izquierda). |
Por la izquierda, pasamos junto a un par de fincas con
casas, y junto a unas instalaciones dedicadas a la cría de ganado caprino y la
obtención de su leche.
Unos ciento cincuenta metros después de pasar esta
instalación, alcanzaremos una segunda bifurcación del camino. En este punto, además
de gozar, de una magnifica vista sobre la totalidad del pueblo de Ardales, encontramos
un nuevo poste con flechas indicadoras. Por el ramal de la izquierda, continúa
el PR-A 90 dirigiéndose hacia el cerro del Calvario. No tomaremos por el.
Seguiremos por el ramal de la derecha, por el trazado del PR-A 91 en dirección
hacia Los Jiménez.
Poste de flechas indicadoras, situados en el segundo cruce. |
Vistas sobre la localidad de Ardales. Nótese a la derecha los restos del castillo de la peña de Ardales. |
Sierra de Huma y embalse del Conde de Guadalhorce. |
Caminamos siempre en suave ascenso, entre fincas
preponderantemente dedicadas a la explotación del olivo. Sin embargo, próximos
al camino, encontraremos un buen número de almendros, completamente cuajados de
flores, otorgando a este tramo de un encanto adicional.
En algo más de medio kilómetro después de que alcanzáramos
esta última bifurcación, el asfalto desaparece, dando paso nuevamente a un
firme terrizo en el carril, el cual nos acompañará (a excepción de un corto
tramo de asfalto algo más adelante) hasta el final de nuestra ruta.
Ya se acerca la primavera. |
El castillo del Turón, se asienta sobre una loma de 585 metros de altura. |
Dejamos atrás un par de casas más, y penetramos en la zona
conocida como la Umbría de Fuente Techada. Delante nuestra y algo a la
izquierda, vemos claramente la Loma del Castillo (585 metros de altura),
rematada por las torres y murallas del castillo del Turón.
Poco después (unos novecientos metros desde que finalizó el
asfalto), a nuestra izquierda, encontramos un panel informativo acerca del
Castillo del Turón.
Proseguimos caminando algo más de cuatrocientos cincuenta
metros. En este punto, buscaremos a la izquierda, la traza de un exiguo y poco
marcado sendero, que asciende hacia la fortaleza, por la linde entre dos
parcelas dedicadas al cultivo del almendro y frutales.
Hito de continuidad del GR 249 (Gran Senda de Málaga) y del PR-A 91. |
A punto de desviarnos para ascender al castillo. Desde aquí tenemos una visión de conjunto de sus elementos defensivos. |
Ascendemos procurando no salirnos de la traza, y respetando
los cultivos existentes alrededor. Las flores de los almendros otorgan un toque
de delicadeza y color a la aspereza de las ruinas existentes tras ellos.
Para acceder al castillo, debemos atravesar terrenos dedicados al cultivo del almendro, mediante un exiguo senderillo. |
En algo más de cuatrocientos metros, penetramos en el
recinto amurallado, por su extremo noreste, dominado por la torre mayor.
Situados ya a los pies de las ruinas de la barbacana. |
Ingresamos en el recinto amurallado, por las proximidades de la torre del homenaje. |
Recorremos con precaución el recinto, llamándonos la
atención en primer lugar, la gran extensión que ocupa, y en segundo lugar, el
gran grado de deterioro que presentan las ruinas. Visto desde fuera, desde el
camino de ascenso, el castillo nos da la sensación de tener cierto porte y de
estar medianamente conservado, pero visto desde dentro, dichas sensaciones se
pierden, y se sustituyen por otras mucho más desoladoras. Asimismo resulta
curioso, percatarse de que la cima de la loma del Castillo, se encuentra dentro
del recinto amurallado, y como en su zona sureste, debido a que la loma cae en
vertical en unos tajos, apenas cuenta con estructuras defensivas, siendo dichos
tajos una defensa natural.
Resulta curioso el hecho de que la cima de la loma del Castillo, se encuentre dentro del recinto amurallado. |
Situándonos en la parte más alta, podemos apreciar los
siguientes hitos geográficos: Mirando hacia el este vemos la sierra de Huma, el
embalse del Conde de Guadalhorce, y el pueblo de Ardales, rematado por el
castillo de la Peña de Ardales. Hacia el sur vemos el valle del río Turón.
Hacia el oeste vemos cercano cerro Romero, y detrás de el, en la lejanía, la sierra
de las Nieves, aún cubierta en su parte más alta por la nieve. La zona norte y
noroeste, esta ocupada por tierras de cultivo de diferente naturaleza.
Sierra de Huma y embalse del Conde de Guadalhorce, visto desde el castillo del Turón. |
Tanto esta, como la anterior imagen, ponen de manifiesto, la gran extensión de terreno que se domina desde el castillo. |
Finalizada la visita, emprendo el regreso, el cual realizaré
por el mismo camino de ida. Sin embargo, es posible hacer el regreso por una
variante, para hacer algo más circular la ruta. Asimismo, es posible ampliar el
recorrido, acercándonos al cauce del Turón, en el cual en época estival
podríamos hasta refrescarnos en alguna de sus pozas. Pero eso ya es otro tema…
Como complemento a la descripción de la ruta, paso a reseñar
de forma breve la estructura del castillo del Turón, así como un esbozo de su
historia conocida.
Estructura:
El castillo del Turón tiene planta irregular, más larga (170
metros) que ancha (80 metros), adaptándose con gran precisión a las curvas de
nivel. Está realizado en mampostería irregular, ocasionalmente con sillería
esquinera, e hiladas separadoras de ripios, base sobre la que se asienta el
tapial, y a veces hormigoneado. En su zona sureste, la que cuelga sobre el
curso fluvial, la existencia de un pronunciado desnivel, suficientemente
intimidante, actúa como muralla, sin apenas obras. Es el frente que mira a la
campiña (zona noroeste), mas desguarnecido y de más fácil acceso, el que ofrece
una mayor acumulación de obstáculos defensivos.
En esta zona, a la muralla defensiva principal, le antecede una barbacana con baluartes (B1. Ver esquema adjunto), de la que se conserva en algunos puntos una altura próxima a los cuatro metros. El acceso al castillo, se realizaba por un sinuoso camino, que atravesaba una puerta situada en dicha barbacana (P1).
Planta del Castillo del Turón. |
En esta zona, a la muralla defensiva principal, le antecede una barbacana con baluartes (B1. Ver esquema adjunto), de la que se conserva en algunos puntos una altura próxima a los cuatro metros. El acceso al castillo, se realizaba por un sinuoso camino, que atravesaba una puerta situada en dicha barbacana (P1).
En la muralla propiamente dicha, en su extremo, noreste, se
localiza la torre mayor (T1), de planta cuadrangular de 9,20 metros x 9,15
metros. Se trata de una torre de homenaje-puerta, con pasaje acodado que la
atraviesa.
A esta, le siguen hacia el suroeste, otras tres torres (T2, T3 y T4), todas ellas macizas, y de planta cuadrangular. Hacia el oeste de la cuarta torre, existían en el lienzo de la muralla dos puertas. Una más próxima a la torre (P2), de acceso directo al patio interior, y otra más alejada (P3), la cual estaba protegida por otra barbacana (B2) de menor tamaño, mediante la cual, también se accedía al patio. Desde este punto, continúa la muralla hacia el suroeste, sin torre alguna, conservándose en algunos puntos, una altura de hasta seis metros y medio. Luego, la muralla describe un ángulo de casi 90º. En este punto se une a la muralla la primera barbacana (B1), que se extiende ininterrumpidamente, salvo la puerta de acceso existente en ella (P1), hasta el lateral noreste de la torre del homenaje (T1).
Torre mayor o del homenaje (T1), vista desde los pies de la barbacana (B1). |
Torre del homenaje vista desde el interior del recinto amurallado. |
A esta, le siguen hacia el suroeste, otras tres torres (T2, T3 y T4), todas ellas macizas, y de planta cuadrangular. Hacia el oeste de la cuarta torre, existían en el lienzo de la muralla dos puertas. Una más próxima a la torre (P2), de acceso directo al patio interior, y otra más alejada (P3), la cual estaba protegida por otra barbacana (B2) de menor tamaño, mediante la cual, también se accedía al patio. Desde este punto, continúa la muralla hacia el suroeste, sin torre alguna, conservándose en algunos puntos, una altura de hasta seis metros y medio. Luego, la muralla describe un ángulo de casi 90º. En este punto se une a la muralla la primera barbacana (B1), que se extiende ininterrumpidamente, salvo la puerta de acceso existente en ella (P1), hasta el lateral noreste de la torre del homenaje (T1).
De derecha a izquierda: Torre del homenaje (T1), Torre 2 (T2) y Torre 3 (T3). |
De derecha a izquierda, T2, T3, y restos de un trozo de lienzo de muralla. |
De izquierda a derecha: Cima de la loma, restos de Torre 4 (T4), y restos de torre 3 (T3). |
A la derecha, los restos de la torre 4 (T4). A la izquierda un fragmento de barbacana. |
En el paño de muralla principal que continua y cuyo frente
se orienta más al oeste, se insertan otras tres torres, dos cuadrangulares (T5
y T7), y una circular (T6), situada entre las dos anteriores. Todas ellas, como
las anteriores macizas. Posiblemente la torre circular, sea el producto de una
reparación puntual que fué necesario realizar en algún momento.
De nuevo tuerce el perímetro amurallado, ahora hacia el sur, en un terreno ya algo más abrupto, sin torre alguna, hasta finalizar en una ultima torre (T8) cuadrangular, en la cual se conserva una tronera y un par de ventanas aspilleras. En esta zona la altura de la muralla conservada, es de casi siete metros. Cercana a la ultima torre, en el lienzo de la muralla, se localiza lo que con casi toda seguridad es una poterna (P4).
En la parte derecha de la imagen se aprecian los restos de la torre 5 (T5) y la torre 6 de forma circular (T6). |
Los restos de la torre 5, prácticamente ocupada por la vegetación. |
De nuevo tuerce el perímetro amurallado, ahora hacia el sur, en un terreno ya algo más abrupto, sin torre alguna, hasta finalizar en una ultima torre (T8) cuadrangular, en la cual se conserva una tronera y un par de ventanas aspilleras. En esta zona la altura de la muralla conservada, es de casi siete metros. Cercana a la ultima torre, en el lienzo de la muralla, se localiza lo que con casi toda seguridad es una poterna (P4).
Restos de la torre 8 (T8), y lienzo de muralla. Abajo se ve el valle del río Turón. |
Restos de la torre 8, en la que se aprecia los vestigios de una ventana aspillera. |
Torre 8 y valle del Turón. |
El frente que mira al río Turón, presenta tal pendiente, que
apenas hay obra defensiva construida, apareciendo en esta zona únicamente,
restos de un murete de mampostería.
La zona sureste del castillo, esta delimitada por una zona de tajos, los cuales hacen innecesarios estructuras defensivas. |
Situado junto a la puerta central de acceso (P2), podemos observar los restos de un aljibe (A1) de 7x3 metros, fabricado en ladrillo y hormigón. Próximo a este, se localiza el afloramiento rocoso que constituye la cima de la loma del Castillo.
Mediante la torre del homenaje-puerta (T1), se realizaba el
acceso al alcázar, espacio diferenciado del resto del recinto, destinada a los
jefes militares. Este espacio esta limitado entre la torre del homenaje (T1),
la segunda torre (T2), y otra torre, también cuadrangular (T9), situada más
hacia el sur, y unida mediante una muralla a la segunda torre (T2). En el
interior del alcázar, se localiza otro aljibe (A2) de menor tamaño, de planta
cuadrangular, situado próximo a la novena torre (T9).
Historia:
El castillo del Turón, tiene justificada existencia, por
ocupa una posición estratégica no solo en el control y defensa del valle del
Turón, sino también en el paso desde este hacia el valle del Guadalteba, a
través de puerto Martina y el puerto de Málaga.
El castillo del Turón, no aparece citado en documentación
árabe alguna hasta el siglo XIV. Sin embargo en las crónicas castellanas,
aparecen referencias anteriores a el.
Su edificación inicial, bajo dominio del Reino Nazarí de
Granada, parece haber tenido lugar en torno al año 1.280 (siglo XIII), distando
en aquel entonces su apariencia y función de la que tendría posteriormente. En
este momento funcionaria a modo de un gran recinto fortificado, destinado a
refugio en caso de necesidad de las alquerías de las inmediaciones.
En 1.329, el rey Alfonso XI de Castilla y el rey Alfonso IV
de Aragón, ponen en marcha una gran ofensiva militar contra el Reino de Granada,
a la cual pretendieron dar categoría de cruzada. El 7 de agosto de 1.330, las
tropas castellanas, junto a un puñado de caballeros escoceses unidos a la causa
y comandados por Sir James Douglas, inician el asedio al Hisn Atiba (el actual castillo
de la Estrella, situado en la cercana localidad de Teba). Escasos días después,
desde Granada, llega a la zona para socorrer a los sitiados, un ejercito
comandado por el Sayj al guza, Abu Said Utman ben AbilUla, mas
conocido por los castellanos como general Ozmín. Dicho ejercito, instaló su
campamento en las proximidades del castillo del Turón, más cercano al río.
Desde allí se lanzarán diariamente, operaciones de hostigamiento contra los sitiadores. Tropas de caballería ligera árabe, penetraban en el valle del Guadalteba, y por medio de emboscadas y movimientos tácticos envolventes, proferían cuantiosas pérdidas a los cristianos. En uno de estos ataques, perecerá Sir James Douglas.
Desde allí se lanzarán diariamente, operaciones de hostigamiento contra los sitiadores. Tropas de caballería ligera árabe, penetraban en el valle del Guadalteba, y por medio de emboscadas y movimientos tácticos envolventes, proferían cuantiosas pérdidas a los cristianos. En uno de estos ataques, perecerá Sir James Douglas.
Sin embargo, los ataques e intentos defensivos árabes, no
tuvieron éxito. Esto, junto a una enfermedad sobrevenida al general Ozmín, que
le conduciría a la muerte, desembocaría el 30 de agosto de 1.330, a la caída en
manos cristianas de la fortaleza de Teba. Unos meses después, el 19 de febrero
de 1.331, se firma la denominada Paz de Teba, en la que se acuerda una tregua
entre Castilla y el reino de Granada de cuatro años, rindiendo el emir
granadino vasallaje y entregando parias al rey castellano.
La zona del valle del Turón, quedaría desde entonces como
zona de frontera militar entre los territorios cristianos y el Reino Nazarí de
Granada. Entre el año 1.350 y el 1.360, durante el reinado de Muhammed V de
Granada, el castillo del Turón sufre una refortificación general, adquiriendo
la estructura que podemos observar hoy en día. El castillo, ostentará ahora el
estatus de hisn fronterizo (Hisn Tùrùn), encargado de la vigilancia, defensa y
control de la zona.
En el invierno del año 1.433, Diego Gómez de Ribera, II
adelantado de Andalucía, se presenta de forma sorpresiva con sus tropas, y toma
el castillo del Turón, el cual tenía su guarnición muy debilitada.
En el año 1.435, la fortaleza del Turón, así como el cercano
castillo de la Peña de Ardales, son atacados por los granadinos, teniéndose que
solicitar refuerzos al Capitán Mayor de Ecija para su defensa.
Nuevamente la fortaleza es atacada varias veces durante el
año 1.447, pidiendo la guarnición del castillo reiteradamente refuerzos al
Cabildo de Sevilla, el cual en noviembre, finalmente envía un destacamento al
mando de Pedro de Guzmán.
En el año 1.450, el castillo del Turón es retomado por los
nazaríes, junto a la cercana torre de Ortegícar, poniéndose en riesgo la plaza
del castillo de Teba.
El castillo del Turón, permanecerá en poder musulmán, hasta
el año 1.453-1.454, en el cual las tropas al mando de Juan Ramírez de Guzmán, lo
retomaran para los cristianos.
Desde este momento, la importancia del enclave desde el
punto de vista militar fue decayendo progresivamente, pero se mantuvo en activo
aproximadamente hasta el año 1.660, fecha a partir de la cual el lugar se
despobló.
En la actualidad, como ya hemos visto, el castillo del
Turón, se encuentra en un estado de ruina progresiva, no existiendo hasta el
momento proyecto alguno para consolidar o restaurar los restos. En estos
tiempos de escasez, esperemos que los regidores del ayuntamiento de Ardales,
tengan la sapiencia y la suerte necesaria, para garantizar que este patrimonio
histórico, no llegue a ruina completa, más teniendo en cuenta que es uno más de
los atractivos de la Gran Senda de Málaga, una de cuyas finalidades es fomentar
el desarrollo sostenible integral de la provincia de Málaga.
Para saber más:
-
Martínez Enamorado, Virgilio. “El Distrito de Turón
(hisn-tagr Tùrùn), Transformaciones Socio-Funcionales en un Territorio Campesino
de Frontera”. Actas del V Congreso de Arqueología Medieval Española. Junta de Castilla
y León. Valladolid. 1999.
-
Ortiz Lozano, Francisco. “Musulmanes y Cristianos en el
Valle de Ardales: Historia Medieval de la Tierra de Málaga”. Editorial
Autor-Editor. 2012.
-
Martínez Enamorado, Virgilio. “Un Espacio de Frontera.
Fortalezas Medievales de los Valles del Guadalteba y el Turón”. Universidad de
Málaga. 1997.
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