Visita realizada al enclave del Santuario de Covadonga, el día 16 de junio. En está recorreremos la Basílica, la Santa Cueva, en la cual se encuentra la talla de la "Santina", así como sus alrededores. Una vez finalizada, nos dirigimos a la cercana población de Cangas de Onís, donde vimos algunos de sus monumentos más representativos.
Tras visitar el enclave de los Lagos (Ruta Circular por los Lagos de Covadonga ), no podía dejar pasar la oportunidad de acercarme al Santuario de Covadonga. Una vez recorridos los aproximados doce kilómetros que dista este, de Los Lagos, aparqué el vehículo en las proximidades de la Basílica, por donde comenzaré la visita al Santuario.
La
Basílica de Santa María la Real de Covadonga, se ubica en un cerro, situado
entre el Monte Auseva y el Monte Ginés. El diseño inicial de esta, fue
realizado por Roberto Frassinelli. Su construcción se inicio el 30 de julio del
año 1.877, siendo dirigidas las obras por el arquitecto Federico Aparici y
Soriano. La Basílica fue bendecida e inaugurada el 7 de septiembre de 1.901. El
edificio, pertenece al estilo neo-románico, estando edificada completamente con
piedra caliza de tonos rosáceos, extraída de canteras situadas en las
inmediaciones.
Basílica de Santa María la Real de Covadonga. |
La basílica consta de tres naves longitudinales, siendo la
central notablemente más alta que las dos laterales, y un transepto (nave
transversal) que cruza de forma perpendicular las otras. El cierre de las naves
longitudinales se realiza por tres ábsides escalonados. En la fachada
principal, encontramos un pórtico adelantado a la nave, con tres arcos de medio
punto, mediante los cuales se realiza el acceso. Asimismo en esta fachada,
encontramos dos torres, rematadas cada una de ellas por medio de unas esbeltas
agujas. En cada torre, encontramos la esfera de un reloj, que indican la hora
de forma sincronizada. El carillón de campanas de estos relojes, tocan cada
hora, la melodía del himno de Covadonga.
Basílica, explanada de acceso, y estatua de Don Pelayo. |
El
interior de la basílica es bastante simple y poco decorado. El altar mayor,
está presidido por una imagen sentada de la Virgen con el Niño, obra del
escultor Juan Samsó. Detrás del altar podremos observar una replica de la Cruz
de la Victoria. También es de destacar el órgano de reciente factura (inaugurado
en el año 2.001).
En la
explanada exterior, que da acceso a la Basílica, encontramos el Monumento al
Rey Pelayo, integrado por una estatua de bronce sobre un pedestal, la cual data
del año 1.964, y cuyo autor es el escultor Eduardo Zaragoza.
Estatua de Don Pelayo en el Santuario de Covadonga. |
Don
Pelayo, fue el primer monarca del reino de Asturias, desde el año 718, hasta su muerte en el año 737. Freno la
expansión musulmana hacia el norte de la Península Ibérica, en la batalla de
Covadonga (año 722), sentando las bases de la Reconquista de los territorios
ocupados por los musulmanes, proceso que culminaría 770 años después en el año
1.492, con la ocupación del reino de Granada, por parte de los Reyes Católicos.
(Para
saber más sobre Don Pelayo y la Batalla de Covadonga, recomiendo leer, este
ameno artículo: http://www.abc.es/historia-militar/20130322/abci-covadonga-batalla-donde-cristianos-201303211358.html
).
La Santa Cueva, vista desde la Basílica. |
Dejando
atrás la basílica, me encamino a visitar la Santa Cueva de Covadonga, para lo
cual solo tendré que recorrer unos pocos de cientos de metros.
En el
camino, veo, situada en el mismo monte que se sitúa la Santa Cueva, y próxima a
esta, una enorme campana, la cual es conocida popularmente como La Campanona.
Esta campana monumental, cuya finalidad es únicamente decorativa, mide tres
metros de alto, y pesa cinco mil kilos. Fue fabricada a finales del siglo XIX
en la Compañía Metalúrgica de La Felguera. Se encuentra decorada con escenas de
la Divina Comedia de Dante. Como curiosidad, señalaremos que esta campana fue
primer premio y medalla de honor en la Exposición Mundial de París en el año
1.900.
La Campanona. |
Poco
después alcanzamos la Santa Cueva, a la cual podemos acceder bien mediante un túnel
excavado en la roca, o bien por medio de una escalera con ciento un peldaños.
La Santa Cueva, y su estanque. De la fractura en la roca, de forma cónica situada debajo de esta, brota una cascada en las épocas lluviosas. |
Santa Cueva - Detalle. |
La
Santa Cueva, es una oquedad situada a cierta altura, en las estribaciones del
Monte Auseva. Por debajo de esta podemos ver un estanque. En épocas lluviosas,
de la pared de roca situada inmediatamente por debajo de la Santa Cueva, surge
una notable cascada, la cual se precipita sobre el estanque. En estas fechas
(mediados de junio), la cascada es inexistente, alimentándose el estanque de la
poco agua que se filtra a través de la roca.
Basílica y lago bajo la Santa Cueva. |
Interior de la Santa Cueva. En ella encontramos a "La Santina", La Virgen de Covadonga. |
Ya
dentro de la Santa Cueva, podemos ver una capilla de estilo neo-románico,
construida en los años cuarenta del siglo pasado, una serie de bancadas, así
como un altar presidido por la imagen de la Virgen de Covadonga, la cual es
llamada cariñosamente por los asturianos como “La Santina”. A la derecha de la Virgen, excavado en la
roca, y enmarcado por un arco de medio punto, podemos asimismo ver el Panteón
Real de Covadonga. Dentro de este, en unos sencillos sepulcros, se encuentran
los restos mortales de Don Pelayo, su esposa, la Reina Gaudiosa, una hermana de
Don Pelayo, así como el rey Alfonso I el Católico, tercer rey de Asturias, y su
esposa, la reina Ermesinda.
Fuente de Los Siete Caños. |
Debajo
de la Santa Cueva, en la parte izquierda del estanque, parte un pequeño camino,
que nos lleva hasta una fuente. Se trata de la denominada Fuente de Los Siete
Caños. De ella dice la tradición lo siguiente:
“La Virgen de Covadonga
tiene
una fuente muy clara;
la
niña que de ella bebe
dentro
del año se casa.
Al
llegar a Covadonga
No
bebas agua, morena,
Si,
como dijiste ayer
Prefieres vivir soltera.”
Asimismo,
a ambos lados de la calzada que da acceso al Santuario, como custodiando la
entrada, encontramos dos magnificas esculturas que representan sendos leones
agazapados. Dichos leones, están inspirados en los leones que guardan la tumba
del Papa Clemente XIII en el Vaticano. El león de la derecha, está vigilante,
símbolo de la fortaleza de la fe. Mientras que el de la izquierda, está
durmiente, simbolizando la vida eterna. Estos leones, están realizados en
mármol de Carrara, por el escultor Pompeio Marchesi, y fueron trasladados en
los años sesenta del siglo pasado, desde el Parque de El Pasatiempo de Betanzos
(La Coruña), hasta su localización actual. En mi opinión, el león durmiente, es
sencillamente magnifico.
León Durmiente. |
León Vigilante. |
Otra perspectiva de la Basílica. |
Doy por
finalizada la visita al Santuario de Covadonga, y me dispongo a regresar a
Oviedo, pero antes, haré una pequeña parada en Cangas de Onís.
Una vez
allí, me acerco al denominado Puente Romano, levantado sobre el cauce del río
Sella. Su origen realmente no es romano, sino que data del periodo medieval. De
su arco central, cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria.
Puente Romano de Cangas de Onís. Su construcción es realmente medieval. |
Luego,
asimismo visitaré la iglesia de Santa Maria, también conocida como iglesia de
Nuestra Señora de la Asunción, o iglesia de Arriba. De esta destacaremos su
vistoso campanario de tres pisos escalonados, que decrece progresivamente en
anchura.
Iglesia de Santa María o de Arriba. |
En los
jardines próximos a la iglesia de Santa Maria, encontramos otra estatua de Don
Pelayo, esta esculpida en piedra, por el escultor Félix Alonso Arena, en el año
1.970.
El
pedestal que la soporta, tiene labrado la inscripción “Don Pelayo. Primer Rey
de España”.
Escultura de Don Pelayo en Cangas de Onís. |
Don Pelayo e Iglesia de Santa María. |
El
tiempo no da para más, y abandono Cangas de Onís, poniendo rumbo a Oviedo. Una vez
en el hotel, hago memoria de todo lo visto en estos fugaces alfilerazos dados
en tierra asturiana durante estos tres días. Hay que descansar, mañana hay que
afrontar casi los 1.000 kilómetros de regreso a
mi tierra andaluza. Sin duda alguna, hace honor a la realidad, el lema
turístico escogido por esta comunidad: “Asturias, Paraíso Natural”. Habrá que
volver en circunstancias más propicias…sin duda.
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