domingo, 4 de marzo de 2012

Circular Puerto Saucillo - Puerto de Bellina – Cañada de la Cuesta de los Hornillos – Puerto de los Hornillos – Pinsapar de Cubero – Puerto de las Camaretas – Cueva del Agua – Puerto Saucillo.



Magnifica ruta circular realizada el 04 de marzo de 2012. Partiremos del puerto del Saucillo, cerca de Yunquera. Caminaremos por la cañada de la Cuesta de los Hornillos, hasta alcanzar el puerto del mismo nombre, en cuyas cercanías visitaremos la cueva de los Hornillo. Ya de regreso, visitaremos el espectacular pinsapar de Cubero y el enclave de la cueva del Agua. Ruta ideal para la época primaveral.





Provincia: Málaga.
Localidad de referencia: Yunquera.
Tipo de ruta: Circular.
Distancia: 11,5 kilómetros.
Época recomendada: Primavera.
Dificultad: Media-Baja




Mapa general de la ruta.


Perfil de la ruta.

El domingo 4 de marzo, una vez más, bien temprano, nos ponemos en movimiento en dirección al pueblo de Yunquera. En esta ocasión, pretendemos realizar una nueva ruta por la sierra del Pinar, con el fin de, partiendo del puerto del Saucillo (plataforma de Yunquera derecha), hacer un recorrido a través de los terrenos de la cañada de la Cuesta de los Hornillos y los de la cabecera de la cañada de la Encina, rodeando la loma de la Chaparrera, y regresando finalmente al puerto del Saucillo, tras visitar la cueva del Agua.

Tras el pertinente desayuno en Yunquera, y una vez salvados los pocos kilómetros que nos separan del puerto del Saucillo, aparcamos nuestro vehículo en la explanada dispuesta para este fin en dicho lugar.


En el mirador del Puerto del Saucillo. Al fondo las sierras Cabrilla y Prieta.

En el puerto del Saucillo, se sitúa el mirador del Puerto del Saucillo, en el cual encontramos, la ya citada explanada de aparcamientos, una zona de bancos hechos de piedra y madera de pinsapo, y una balconada por la que nos asomamos en dirección sur, pudiendo ver en primer termino, el pueblo de Yunquera y las Sierras Cabrilla y Prieta, así como parte del valle del Guadalhorce y las sierras del Cordón Montañoso Litoral (sierras de Mijas y Alpujata).


Panorámica desde mirador del Puerto del Saucillo. A la izquierda, el pueblo de Yunquera y las sierras Cabrilla y Prieta. A la derecha podemos ver algunas de las sierras del Cordón Montañoso Litoral.

Del Puerto del Saucillo, parten dos senderos principales, uno a la izquierda denominado Sendero de Uso Publico (S.U.P.) Puerto Saucillo-Torrecilla, el cual recientemente ha recibido el estatus de sendero de pequeño recorrido de Andalucía, con la denominación PR-A 351 “Puerto Saucillo-Torrecilla”, y otro a la derecha con el nombre de S.U.P. Puerto Saucillo-Puerto Bellina. Junto al comienzo de este último, encontramos asimismo un poste de flechas indicadoras de direcciones, perteneciente al sendero de gran recorrido GR-243 “Sierra de las Nieves”. Esto es debido a que una parte del S.U.P. Puerto Saucillo – Puerto Bellina, se encuentra incluido dentro del trazado de dicho sendero de gran recorrido, en concreto, en su tercera etapa, la cual discurre entre el Área Recreativa de los Sauces y la población de Yunquera.

Panel informativo y postes indicadores que encontramos al inicio del sendero que tomaremos.

Este sendero de la derecha, es el que tomaremos para iniciar nuestra ruta. Señalar, que durante el tramo inicial de nuestro recorrido, encontraremos flechas indicadoras e hitos de continuidad tanto del GR-243 (hasta el puerto del Pilón de las Tres Puertas), como del S.U.P. Puerto Saucillo – Puerto Bellina (hasta el puerto de Bellina).

Una vez iniciado nuestro caminar por el sendero de la derecha, vemos que este inicia un leve descenso, para en algo más de cien metros, alcanzar el cauce habitualmente seco, de la Cañada del Saucillo.

Poco después, recorrido otros cincuenta y cinco metros, encontramos a la derecha un sendero, el cual no hemos de tomar, y que se dirige al llano del Alcornicalejo.

La senda asciende suavemente entre algunos pinos y gran numero de pinsapos. A nuestra derecha podemos ver como un vallado metálico se extiende en paralelo al sendero. En unos doscientos ochenta metros, a nuestra derecha, junto al camino, aparece  el denominado Pinsapo del Candelabro. Junto a este, se sitúa un panel explicativo, que nos informa sobre sus principales características.


Pinsapo del Candelabro.

El Pinsapo del Candelabro, está considerado como árbol notable en el Catalogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. Este pinsapo tiene una altura total de 16,5 metros, y la proyección de su copa alcanza algo más de 127 metros cuadrados. Ciertamente, no destaca tanto por su tamaño, sino por su forma. Su tronco (1,9 metros de desarrollo y un perímetro de 4,8 metros en la base y alrededor de 2,75 metros en su parte más alta), desarrolla una primera gran rama gruesa, paralela al suelo, de dos metros de longitud. Posteriormente esta, vuelve a crecer verticalmente desarrollando la copa típica del pinsapo. Como esta rama existen cuatro más que se desarrollan sucesivamente una por encima de la otra, configurando en conjunto una copa que recuerda un candelabro, derivando de este hecho su nombre. Parada fotográfica obligada.

Continuamos ascendiendo suavemente. En escasos doscientos cincuenta metros, llegamos a una bifurcación del camino, en la cual encontramos un poste con señales direccionales. El sendero de la izquierda, se dirige directamente al Puerto de Bellina. Sin embargo, no lo tomaremos, decantándonos por el de la derecha, el cual esta indicado por una señal direccional del GR-243 como los Sauces-El Burgo.


Poste indicador. Tomaremos en dirección Los Sauces/El Burgo.

Transitamos ahora por la vertiente derecha del barranco de los Mármoles, alcanzando el sendero en unos treinta metros el lecho del cauce, y cambiando posteriormente de vertiente.

En algo más de doscientos metros, llegamos al Puerto del Pilón de las Tres Puertas, lugar desde el que nuevamente parten dos senderos, uno a la derecha, convenientemente señalado por un hito de continuidad del GR-243, el cual no tomaremos, y que se encamina hacia la cueva del Agua, y otro a la izquierda, marcado por un hito de sendero equivocado del GR, que es el sendero que tomaremos para dirigirnos al puerto de Bellina.


Puerto del Pilón de las Tres Puertas.

Caminamos ahora en ascenso, por la ladera este del tajo de Alberca. El camino va describiendo amplias curvas para gestionar el desnivel, resultando una subida muy llevadera. En unos quinientos metros, a nuestra izquierda, encontraremos unas oquedades que se abren en una pequeña pared de roca, las cuales reciben el nombre de las cuevecillas del Agua.


Las Cuevecillas del Agua.

Desde este punto, si dirigimos nuestra vista hacia el este (al lado contrario a donde se encuentran las cuevecillas), podremos contemplar en primer término el pico del Jarro, seguido más en la lejanía por las sierras Cabrilla, Prieta y de Alcaparraín, así como del pequeño cerro Molototo, con su característico perfil cónico.


En primer término vemos el pico del Jarro. Detrás de este, de derecha a izquierda, observamos las sierras Cabrilla, Prieta y de Alcaparraín. Entre la sierra de Alcaparraín y el pico del Jarro, apreciamos el pequeño y cónico cerro Molototo.

Continuamos ascendiendo suavemente, acompañados de pinos y algunos pinsapos. En un rato, el camino comienza a descender. Al poco a los pinos y pinsapos, comienzan a unirse algunos cedros del Atlas (Cedrus atlantica), lo cual es signo inequívoco de que el puerto de Bellina está próximo. El cedro del Atlas, es una especie foránea, introducida artificialmente por el hombre en esta zona, y que debido a sus similares requerimientos ambientales, compite con el pinsapo en su diseminación.


Poco antes de alcanzar el puerto de Bellina, comenzamos a encontrar ejemplares de cedro del Atlas.

En aproximadamente quinientos metros, medidos desde las cuevecillas del Agua, alcanzamos el puerto de Bellina, importante nudo de caminos dentro del territorio del Parque Natural Sierra de las Nieves, y que se encuentra señalizado por dos montículos de piedras puestos en paralelo.

El panorama que podemos observar desde el puerto de Bellina, es notable. A nuestros pies discurre de derecha a izquierda la cañada de la Cuesta de los Hornillos, también conocida como cañada de Bellina. A la derecha, vemos los farallones calizos del tajo de Alberca o de los Artilleros.  Algo a la izquierda y más lejano, observamos el cerro de las Camaretas. A su izquierda, percibimos una pequeña depresión, se trata del puerto de las Camaretas, lugar por el que posteriormente pasaremos ya de regreso al puerto del Saucillo.


Vista desde la zona del puerto de Bellina, de la parte baja de la cañada de la Cuesta de los Hornillos, A la derecha y más próximo a nosotros, vemos los farallones del tajo de Alberca. A la izquierda encontramos el cerro de Las Camaretas, y el puerto de Las Camaretas, situado inmediatamente a su izquierda.


Tajo de Alberca visto desde el puerto de Bellina.

A nuestro frente y algo a la derecha, destaca sobre el resto del paisaje, la loma de la Chaparrera, con sus característicos cortados y oquedades en su parte más alta. A nuestro frente y algo a la izquierda, encontramos la típica silueta de la Peñilla o cerro Alto de Yunquera. A su izquierda, vemos la zona de los Ventisqueros, seguida de los cortados de los andenes de la Cuchara y la redondeada cima del cerro del Cuco. A la izquierda de la loma de la Chaparrera, se extiende el pinsapar de la cuesta de los Hornillos o de Bellina. En la ladera derecha de la loma de la Chaparrera se localiza el pinsapar de Cubero. Además por toda la extensión del paisaje que abarca la vista, vemos pinsapos aislados y grupetes de estos más o menos extensos.


Vista desde la zona del puerta de Bellina, de la parte alta de la cañada de la Cuesta de los Hornillos. A la derecha vemos la loma de la Chaparrera. En la zona central destaca la silueta de la Peñilla. A la izquierda, observamos la zona del cerro del Cuco y los andenes de la Cuchara.

En el puerto de Bellina, se originan dos senderos, además de la senda por la que hemos llegado hasta aquí. El primero de ellos, parte a nuestra izquierda, y se dirige a la zona del barranco de los mármoles, desembocando en el cruce señalizado por un poste, por el cual pasamos al inicio del recorrido (sendero a la izquierda que no tomamos en dicho cruce). El segundo parte a la derecha, y será por el que tomaremos.

En unos setenta metros, llegamos a una nueva bifurcación de senderos. El sendero de la izquierda, que no tomaremos, se dirige a la cabecera del barranco de los Mármoles, para luego conectar con el PR-A 351 “Puerto Saucillo – Torrecilla”, a la altura del llano de la Casa. Nuevamente, será el sendero de la derecha el que debemos tomar.

Nuevamente, cuando llevamos recorridos unos ciento veinticinco metros, alcanzamos una nueva bifurcación de senderos. En este caso, no tomaremos el sendero de la derecha, el cual se encamina a las proximidades del puerto de las Camaretas, sino que cogeremos el de la izquierda.

Caminamos ahora por la vertiente derecha de la cañada de la Cuesta de los Hornillos, por un cómodo sendero que prácticamente llanea. A la derecha vemos la ladera sur de la loma de la Chaparrera. A todo nuestro alrededor, nos envuelve un magnifico pinsapar, en el cual podemos encontrar algunos ejemplares de gran porte.


Caminamos por un cómodo sendero.


Loma de la Chaparrera, en su parte superior, apreciamos los farallones calizos que la rematan, en los cuales se abren múltiples cavidades.

Cuando hemos caminado algo más de quinientos metros desde la última bifurcación, a la derecha del camino, encontramos un pinsapo de grandes dimensiones. Se trata del denominado pinsapo Moreno, el cual está incluido en el Catalogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. Este pinsapo tiene una altura total de 21 metros, y la proyección de su copa alcanza casi los 228 metros cuadrados. Su tronco es muy corto y bastante ancho (1 metro de desarrollo y un perímetro de 7,1 metros en la base y de 5,9 metros en su parte más alta). De este, se originan dos enormes ramas principales. La izquierda, crece recta, desarrollando la típica copa de abeto. Sin embargo, la derecha, tras un engrosamiento se bifurca en otras tres ramas, siendo la externa más gruesa, la intermedia algo menos gruesa, y la más interna, más fina. Esta ultima, se ha quebrado recientemente, permaneciendo aun colgando rota del árbol.


El pinsapo Moreno, árbol notable andaluz.

Al poco, nuestro sendero se aproxima al cauce seco que discurre por el fondo de la cañada, y lo atraviesa varias veces, cambiando sucesivamente de orilla. Caminamos por un terreno dulce, disfrutando en todo momento de los bellos pinsapos que se asientan en la parte alta de la cañada de la Cuesta de los Hornillos, los cuales en este día de características primaverales que disfrutamos, se muestran exultantes.


Andar por este terreno, es todo un disfrute para los sentidos.


Caminando por la parte alta de la cañada de la Cuesta de los Hornillos.


Los pinsapos nos rodean.

Al poco, el terreno se hace más abierto, permitiéndonos observar más allá de los árboles. A nuestro frente, observamos la Peñilla. A nuestra derecha, continuamos viendo la loma de la Chaparrera. Entre la loma de la Chaparrera y la Peñilla, vemos una pequeña depresión. Se trata del puerto del Hornillo, hacia el cual dirigimos nuestros pasos en este momento. A la izquierda de la Peñilla, vemos sucesivamente, la zona de los Ventisqueros, el cerro del Cuco, el puerto del Cuco, y los andenes de la Cuchara. En toda esta zona de la izquierda, podemos observar en su parte más alta, algunos pequeños neveros residuales de las nevadas de los meses pasados.
Toda esta zona de la cabecera de la cañada de la cuesta de los Hornillos, es conocida popularmente con el nombre de la “Balsita”.


El terreno se hace más abierto. Al fondo vemos la zona de los andenes de la Cuchara, el cerro del Cuco y Los Ventisqueros.

Nuestro sendero comienza a ascender de forma decidida, por un terreno mucho más agreste. En nuestra subida además de los pinsapos, y algún que otro pino, destacan algunas sabinas, las cuales tienen unas grandes dimensiones.


Comenzando el ascenso hacia el puerto de los Hornillos.


Vista desde poco antes de alcanzar el puerto de los Hornillos, de la cañada de la Cuesta de los Hornillos.

Cuando llevamos recorridos aproximadamente un kilómetro y ochocientos metros, desde que dejamos atrás el pinsapo Moreno, y tras superar los últimos repechos, alcanzamos el puerto de los Hornillos.

En el puerto de los Hornillos, la vista al norte (a nuestro frente), está dominada por la característica forma del peñón de Ronda. Un poco a la izquierda, a los pies de su tajo, vemos las ruinas del cortijo del peñón de Ronda. Algo a la derecha, vemos la cabecera de la cañada de la Encina, y la zona conocida como las Arenitas. Siguiendo la cordal del peñón de Ronda un poco a la derecha, llegamos a un peñoncillo, el cual se conoce en la zona como el Jarro (nombre popular no reconocido en la cartografía oficial. No confundir con el pico del Jarro que citamos anteriormente al inicio de la ruta).


El peñón de Ronda, y su cortijo (izquierda), visto desde el puerto de los Hornillos.

Mirando hacia el oeste (a nuestra izquierda), destaca la cima de la Peñilla o cerro Alto de Yunquera. Si miramos hacia el sur, lugar por el cual hemos alcanzado el puerto del Hornillo, vemos la cabecera de la cañada de la Cuesta de los Hornillos, y por encima de esta, el cerro del Cuco y la zona de los Ventisqueros.

La Peñilla o cerro Alto de Yunquera, visto desde el puerto de los Hornillos.

Finalmente la vista hacia el este (a nuestra derecha), está dominada por la parte alta de la loma de la Chaparrera, destacando en su ladera más próxima, un pequeño espolón calizo, cuya forma nos recuerda la aleta de un tiburón.


Pequeño espolón calizo en la loma de la Chaparrera, que nos recuerda a la aleta de un tiburón.

Destacaremos también la presencia en el puerto del Hornillo, en la zona desde la que se otea el horizonte norte, de una roca, en cuya base presenta una oquedad, a modo de una ventana, a través de la cual podemos ver una pequeña porción del paisaje lejano.


Roca con oquedad en el puerto del Hornillo.

Del puerto del Hornillo, además del sendero por el que lo hemos alcanzado, parten otros dos senderos. Uno a nuestra izquierda, que no tomaremos, y mediante el cual podemos acercarnos a la Peñilla, al llano de la Gotera, al tajo del Canalizo, y al peñón de Enamorados. El otro, que parte más o menos a nuestro frente, será el que tomaremos.

El sendero, comienza a descender decididamente, por una zona descubierta y pedregosa, tomando dirección norte. Posteriormente gira al noreste, y se hace más nivelado aunque continuamos descendiendo, siempre llevando a nuestra derecha la ladera de la loma de la Chaparrera.


Desde el puerto del Hornillo, iniciamos un marcado descenso.

En nuestro caminar, nos acompañan pequeños grupos de pinsapos, entre los cuales crecen algunos ejemplares de sabina de bastante porte. A nuestra izquierda, al fondo, comenzamos a ver la silueta del filar de los Ermitaños. Más adelante el terreno se hace menos pedregoso y más arenoso y mullido. Los pinsapos aumentan su número, anunciando que nos estamos aproximando al pinsapar de Cubero.


Los pinsapos aumentan nuevamente su número.


Pinsapo caído.

Cuando llevamos recorridos unos ochocientos cincuenta metros desde el puerto del Hornillo, a nuestra derecha, aparecen unas oquedades en la roca. En la de mayor tamaño, se ha levantado un muro parcial de piedra, para crear un refugio, utilizado por los pastores. Se trata de la cueva del Hornillo. En sus inmediaciones encontramos también una fuente con un pilón dividido en cinco piletas conectadas. Es la fuente del Hornillo.


Cueva del Hornillo.


Fuente del Hornillo.

El paisaje circundante, es bucólico, rodeado de grandes pinsapos, plantas herbáceas, y grandes rocas redondeadas, algunas de las cuales parecen “haber sido pensadas” para que el caminante haga un alto para reponer fuerzas. Todo esto, junto a un agradable sol y temperatura, nos hace tomarnos un descanso para almorzar en la zona.


La zona circundante a la cueva del Hornillo es bucólica, ideal para parar y reponer fuerzas.

Tras el refrigerio, continuamos nuestro camino. Proseguimos por el sendero, el cual ahora comienza a descender decididamente, describiendo numerosas curvas, por el interior del pinsapar de Cubero, aproximándonos al cauce de la cabecera de la cañada de la Encina.

En unos escasos seiscientos cincuenta metros, a nuestra izquierda se desprende un sendero el cual no tomaremos, y que se dirige a la zona de las Arenitas y al peñón de Ronda.

Proseguimos. En unos cien metros, el pinsapar ralea, saliendo el sendero a una zona abierta, que nos permite una amplia visión en dirección norte. Mirando hacia este punto cardinal, a nuestros pies cae la cañada de la Encina, por cuya vertiente derecha caminamos en estos momentos.


Panorámica de la zona alta de la cañada de la Encina. De izquierda a derecha vemos el Peñón de Ronda, el peñón llamado el la zona como el Jarro, y el filar de los Ermitaños.

Al otro lado de la cañada, observamos el peñón de Ronda, la zona de las Arenitas, el Jarro (oficioso) y más a la derecha el filar de los Ermitaños. Toda la cañada, esta cubierta por un disperso y joven pinar. Entre los pinos, es posible también ver algún joven pinsapo y algunas sabinas. Sin embargo, lo que más llama la atención en esta zona, es el gran número de troncos de pinsapos muertos que se observan, algunos de ellos de gran porte. La explicación a esto, es que a finales de los años setenta - principio de los ochenta, un gran incendio destruyo el pinsapar que ocupaba toda esta zona.


El peñón de Ronda y la zona de las Arenitas.


El peñón conocido oficiosamente en la zona como el Jarro.


El filar de los Ermitaños. Vemos asimismo uno de los muchos pinsapos muertos que encontramos en la zona, remanentes de un grave incendio que afectó la zona hace ya más de treinta años.

A medida que avanzamos, a nuestro frente, va apareciendo la característica forma del cerro de las Camaretas. Asimismo, vemos como tras los últimos esqueletos de pinsapos antaño calcinados, vuelve a desarrollarse el pinsapar. Si nos fijamos en la cañada de la Encina, en la lejanía, muy próxima a la base del filar de los Ermitaños, apreciaremos la presencia de una casa. Se trata de la casa de Huarte, a cuya espalda se haya la fuente de Huarte.

Penetramos nuevamente en el fragor del pinsapar de Cubero, el cual nos ofrece bellísimas estampas, y nos hace pensar en el pinsapar que ocupaba la zona que hemos atravesado hace un momento, y que se pedió por acción del fuego.


Cerro de Las Camaretas (izquierda), y pinsapar de Cubero (derecha). Nótese asimismo el gran numero de esqueletos de pinsapo.

Cuando llevamos recorridos unos novecientos metros desde el anterior sendero que no tomamos a la izquierda, alcanzamos un claro en el bosque. Desde aquí, rodeados por los pinsapos y alguna sabina, podemos observar junto a la cima del cerro de las Camaretas, la primera visión de la cara oeste del tajo de Alberca o de los Artilleros. Unos metros después, alcanzamos una bifurcación del camino. El sendero de la derecha, que no tomaremos, se dirige al puerto de Bellina. Tomaremos por lo tanto el sendero que se desprende a la izquierda, que inicia su recorrido en ligero descenso. En unos ciento ochenta metros, alcanzaremos una nueva bifurcación. En este caso optaremos por el sendero de la derecha, ya que el de la izquierda, se encamina hacia la zona de las Arenitas y de la casa de Huarte.


Tajo de Alberca, visto desde un claro en el interior del pinsapar de Cubero.

A medida que caminamos, la proximidad del cerro de las Camaretas, se hace más patente. En unos doscientos cuarenta metros, alcanzamos el puerto de las Camaretas.


Cerro de Las Camaretas, visto desde poco antes de alcanzar el puerto de Las Camaretas.

Inmediatamente, el sendero gira a la derecha, ofreciéndonos al poco una pasmosa vista sobre la cara oeste del tajo de Alberca, y la cañada de la Cuesta de los Hornillos.


El tajo de Alberca, en toda su amplitud, visto desde las proximidades del puerto de Las Camaretas.

Iniciamos un rápido descenso por un estrecho sendero, en dirección al fondo de la cañada de la cuesta de los Hornillos.


Cañada de la Cuesta de los Hornillos.

Unos cuatrocientos metros después de atravesar el puerto de las Camaretas, alcanzamos el torrente seco del fondo de la cañada. Si en este punto miramos a uno y otro lado del torrente, podremos observan gran cantidad de rocas de grueso tamaño, las cuales proceden de derrubios acaecidos en el tajo de Alberca. A causa de esto, el lugar, se conoce como roaera de la Manchón.


Roaera de la Manchón.


Puerto de Las Camaretas (izquierda), y cerro de Las Camaretas (derecha), vistos desde las proximidades de la roaera de la Manchón.

Seguimos caminando, llevando ahora la pared del tajo de Alberca a la derecha y la cañada a la izquierda. Al poco, en escasos trescientos metros desde que alcanzamos el torrente, llegamos a un estrecho y abrupto paso, denominado la Pasadilla o la Colaílla. Hemos de extremar la precaución al subir por este paso dada su estrechez y pendiente.


La Pasadilla o Colaílla.

Una vez superada la Colaílla, comenzamos a caminar por una zona que se conoce como los Chorrerones, nuestra senda discurre encajonada entre pinos y algunos pinsapos, curveando, subiendo y bajando. En unos setecientos metros, a la derecha del sendero, encontramos la fuente de la Chaparrera. Pasamos esta, y en escasos cuarenta metros, nuestro sendero desemboca en el trazado del GR-243, el cual se extiende de derecha a izquierda.


Fuente de la Chaparrera.

Ya que nuestra intención es acercarnos a la cueva del Agua, tomaremos el GR-243 hacia la izquierda. El sendero desciende suavemente, rodeado de altos pinos. En unos ciento sesenta metros, llegamos a una nueva bifurcación. El senderillo que se desprende a la derecha, en leve ascenso, se dirige a la boca de la cueva del Agua. Luego tomaremos por el para acercarnos a esta, pero ahora continuamos por el de la izquierda.

Continuamos descendiendo, y al poco, observamos entre la arboleda, una explanada, situada por debajo de nuestro nivel, en la que sobresale una alargada fuente. Es la fuente de la cueva del Agua. En unos sesenta metros desde la anterior bifurcación, alcanzamos la explanada. Al frente nuestro se encuentra la citada fuente, la cual vemos que recibe su agua por medio de una conducción que procede de las rocas que se encuentran por encima nuestra a la derecha. Si dirigimos la mirada a ellas, veremos la boca de entrada de la Cueva del Agua.


Pilón de la fuente de la Cueva del Agua.

Un poco a la izquierda de la fuente, encontramos el denominado Majuelo de la Cueva del Agua, el cual figura como árbol singular en el Catalogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. La notoriedad de este árbol, es debida a su tamaño, ya que habitualmente el majuelo es una especie que se presenta en forma de arbusto o arbolillo de escaso desarrollo. Sin embargo, el Majuelo de la Cueva del Agua es un ejemplar de porte arbóreo de nueve metros de altura, cosa bastante infrecuente. Realmente, se trata de dos ejemplares próximos entre si, de tal manera que sus copas se confunden en una sola. En estas fechas lo encontramos completamente desnudo de hojas. Si nos acercamos por aquí en el mes de junio, lo encontraremos en plena floración, cubierto de florecitas blancas. Sin embargo si lo hacemos en otoño, habrá perdido las hojas y sólo quedaran los frutos de color rojo denominados majuelas.


La cueva del Agua.

Un poco mas allá, a la izquierda, vemos que de la explanada parte un carril, el cual pasa tras unos 200 metros, junto al Vivero de la Cueva del Agua, y tras recorrer unos 8 kilómetros, desemboca en el Puerto de las Abejas, en la carretera A-366 de el Burgo a Yunquera.

Es hora de subir a la Cueva del Agua. Para ello, retrocederemos en nuestro camino, hasta la ultima bifurcación y cogeremos la sendilla que anteriormente dejamos y que ahora nos aparece a la izquierda.
Tras unos pocos metros llegamos a la boca de la cueva. Penetramos en su interior, cuidando de no resbalar o mancharnos de barro, ya que el suelo esta húmedo.
Ya en el interior apreciaremos como el agua se filtra por el techo de la cueva, y cae formando gotas, como si de una lluvia se tratase. Si permanecemos en silencio, oiremos el relajante sonido que esto provoca.


Boca de entrada de la cueva del Agua.

Desde la boca de la Cueva del Agua, la cual se localiza en la ladera norte del pico del Jarro (oficial), contemplamos unas bonitas vistas hacia la zona de los Sauces, asimismo, en la lejanía vemos las ruinas del Santo Desierto de Nuestra señora de las Nieves.

Tras un rato en esta zona, decidimos encaminarnos hacia el puerto del Saucillo para poner fin a la ruta de hoy. Para ello, desandamos el camino andado, hasta situarnos en el cruce donde el sendero proveniente de la fuente de la Chaparrera, conectaba con el GR-243. Una vez aquí, continuamos al frente por el trazado del GR.

Iniciamos un suave ascenso entre pinos y pinsapos. Cuando llevamos recorridos aproximadamente unos doscientos cincuenta metros, la pendiente aumenta, y el sendero describe numerosas curvas por un terreno más abierto y marcadamente rocoso.


Ascendiendo en dirección al puerto del Pilón de las Tres Puertas.

Finalmente la pendiente del sendero vuelve a suavizarse, para cuando llevamos recorridos unos setecientos sesenta metros desde el cruce anterior, alcanzar el puerto del Pilón de las Tres Puertas, por el sendero que desechamos en el camino de ida.

Desde aquí, el camino ya es conocido de la ida. En doscientos cuarenta metros, alcanzamos el cruce que estaba indicado por un poste de señales. Desechamos el sendero que sale a nuestra derecha, y continuamos por el de la izquierda.
En otros doscientos cuarenta metros, alcanzaremos el pinsapo del Candelabro, para finalmente recorridos los últimos cuatrocientos cincuenta metros, desembocar en el mirador del puerto del Saucillo, donde contemplando como transforman el paisaje las ultimas luces del ocaso, ponemos punto y final a la bella ruta que hemos realizado este día.



-         “Sierra de las Nieves-Guía del Excursionista 3ª edición”. Rafael Flores Domínguez y Andrés Rodríguez González. Editorial La Serranía. Ronda 2008.
-         “Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía – Málaga”. Varios autores. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Sevilla 2004.
-          “Andar por la Sierra de las Nieves (Serranía de Ronda)-Guía de sus mas bellas excursiones”. Luis Gilperez Fraile. Ediciones Penthalon. Madrid 1989.
-         “Sierra de las Nieves-Guía de Senderos Volumen 1 y 2”. Asociación Grupo de Desarrollo Rural Sierra de las Nieves. Editorial La Serranía. Ronda 2010.

1 comentario:

  1. Hola ! este domingo hemos hecho esta ruta un grupo de amigos guiados por vuestras indicaciones y queria daros las gracias por la descripcion tan precisa del recorrido ¡no hizo falta ni el gps! Y la ruta una maravilla de paisajes y de sitios singulares. Bueno aqui teneis ya una fan de vuestro blog. Saludos y buenas rutas. Isabel

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